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¿Qué mantenimiento se le debe dar a la bicicleta de montaña?

¿Qué mantenimiento se le debe dar a la bicicleta de montaña?

Las bicicletas de montaña son compañeras confiables en terrenos desafiantes, pero para tenerlas en óptimas condiciones es necesario hacer un buen mantenimiento regular y una revisión anual exigente.

Obviamente, este mantenimiento debe ser realizado en función del uso y tipo de bicicleta que tengamos. Si usamos la bici para ir una vez a la semana por una pista llana con el resto de la familia y poco más, pues seguramente no necesitaremos una revisión anual; bastará con estar atentos al óxido de la cadena, mantenerla bien lubricada y limpia e ir repasando el inflado de las ruedas y el estado de los frenos de vez en cuando.

Si en cambio solemos darle a nuestra BTT un poco de caña, con recorridos más deportivos una o dos veces por semana (bajadas, subidas, pequeños saltos trialeras, barro, agua…), entonces se hace necesaria una revisión anual y el mantenimiento regular. Las bicis de montaña son algo más delicadas que las de carretera, básicamente por dos motivos: sufren una marcha mucho más agresiva sobre el terreno y tienen puntos de giro y componentes más delicados (amortiguadores, rótulas de giro en el cuadro, frenos de disco, etc.).

¿Cómo hacer el mantenimiento a tu bici de montaña?

No hay que ser ingeniero espacial para hacer el mantenimiento de la bicicleta, especialmente en lo que se refiere la transmisión, frenos, limpieza y lubricación de las diferentes piezas. Cualquier usuario podría aprender y revisar su bici con cierta facilidad. Otra cosa es hacer la revisión de las suspensiones (horquilla y amortiguador trasero). Eso quizás sea mejor dejarlo en manos de profesionales: cambio de retenes, niveles de aceite, etc.

Aquí tienes una guía paso a paso de lo que debes hacer:

 

1. Qué debes limpiar y cómo:

  • Usa agua y jabón suave para limpiar el marco, las ruedas y los componentes.
  • Cepilla la cadena y los piñones para eliminar el barro y la suciedad.

2. Realiza una inspección visual:

  • Examina el marco en busca de grietas o daños.
  • Verifica que los cables y las mangueras estén en buen estado.
  • Asegúrate de que las ruedas estén centradas y los radios ajustados.

3. Asegúrate de ajustar los frenos:

  • Alinea las pastillas de freno y verifica el grosor.
  • Ajusta la tensión de las palancas para un frenado eficiente.

4. Lubricación:

5. Revisa a fondo los neumáticos:

  • Verifica la presión de los neumáticos y ajústala según las especificaciones.
  • Inspecciona los neumáticos en busca de cortes o desgaste anormal.

6. Suspensión:

  • Ajusta la suspensión según tu peso y el tipo de terreno.
  • Lubrica las juntas de la horquilla y el amortiguador.

7. Cambia los engranajes:

  • Ajusta los cambios para un cambio suave y preciso.
  • Inspecciona los platos y piñones en busca de desgaste.

8. Tornillería:

  • Aprieta todos los pernos y tornillos, prestando atención a las conexiones críticas.

9. Una vez termines, almacénala correctamente:

  • Guarda la bicicleta en un lugar seco y protegido.
  • Cubre la bicicleta para evitar el polvo y la corrosión.

En definitiva, con una bici a punto y bien cuidada se disfruta más de nuestro deporte, así que nosotros os recomendamos una revisión anual y un mantenimiento adecuado de vuestra bicicleta. También hay que tener en cuenta en ciclismo que un control más o menos periódico de los diferentes componentes puede servir para ahorrarnos dinero, ya que muchas veces una falta de cuidado en algún componente puede provocar otros desperfectos que hagan crecer la factura de la reparación.

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