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¡La Vuelta se ha vuelto loca!

la vuelta españa 2016

La carrera española afronta hoy su segunda y última jornada de descanso, tras un fin de semana repleto de sorpresas, ataques y cambios en la clasificación general. Centraremos este modesto resumen en lo que ocurrió en las dos etapas pirenaicas, puesto que de lo que pasó antes ya prácticamente nadie se acuerda… Y es que el sábado se vivió en los duros Pirineos vasco-franceses una de las etapas de montaña más duras de la historia de la Vuelta. Cuatro grandes puertos y casi 200 km con final en el mítico Aubisque. Para abrir boca, una subida inédita y preciosa como la Inharpu…

Un gran grupo de 40 ciclistas se pone en fuga y en el pelotón tira el Sky de Froome. Todo parece más o menos previsible hasta que el Orica, el equipo de Chaves y Yates, el que toma la iniciativa. Primero acelera en la fuga y en el Marie-Blanque es el propio Simon Yates el que ataca del pelotón para conectar con sus tres compañeros que iban por delante. La carrera se desata. La fuga se deshace en varios grupos y por detrás Yates va adelantando corredores.

la vuelta, carrera española 2016

La subida final al Aubisque

Uno de los grandes puertos de los Pirineos, es también una locura. En la cabeza de carrera, los corredores que van fugados desde el inicio se atacan casi constantemente pero ninguno consigue marcharse. Yates a lo suyo, acercándose poco a poco y manteniendo a distancia al grupo de favoritos. En ese grupo, llega un punto en el que no hay quien pueda tirar. Ninguno de los dos grandes candidatos tiene compañeros de equipo  y aún quedan 6 km para meta. Valverde ha explotado y ni siquiera se sabe a cuánto circula del grupo principal. Finalmente, el líder Quintana se decide e inicia una serie de ataques que, uno por uno, reduce a la nada el británico Froome. Es el único que resiste su rueda y parece que tiene la situación controlada. La etapa reina, la de los grandes puertos franceses de los Pirineos, se salda con una victoria moral de Chris Froome.

Pero esto es ciclismo y aquí puede pasar de todo. El domingo es la segunda etapa pirenaica de la Vuelta. La antítesis de la jornada anterior: poca distancia (apenas 120 km) y puertos suaves y llevaderos… Sin embargo, ese día la clasificación general y especialmente el equipo Sky saltaron por los aires. Nada más dada la salida, un ataque continuado de gente importante en la general como Contador, Brambilla y otros… rompió el pelotón. El terreno era de continuo sube y baja y los del Sky estaban desplazados, en la parte trasera. No así los chicos del Movistar, que consiguieron meter en el corte a Rojas, Castroviejo y, por supuesto, a Nairo Quintana… Lo que nadie esperaba sucedió el domingo camino de Formigal. El Sky, el “equipo invicto”, desaparecía dejando solo y desamparado a su líder, un Chris Froome que como dijo Perico Delgado en la retransmisión televisiva “parece que no sabe correr solo”.

El resultado de la etapa de Formigal fue claramente favorable a Nairo Quintana. El colombiano dio un golpe sobre la mesa que puede ser definitivo, ya que llevó su ventaja sobre Froome a más de 3´, una distancia que parece fuera del alcance del británico en la crono de 37 km del antepenúltimo día. Mención aparte merece Alberto Contador. El de Pinto no parece estar en su mejor momento, especialmente en las grandes subidas, pero aun así siempre intenta poner en apuros a sus rivales. Muchos días no consigue su objetivo, pero el domingo sí que propició y participó junto a dos compañeros del Tinkoff en un movimiento realmente grande. Una jugada que le permite tener el podio, aparentemente fuera de su alcance, a tan solo unos poco segundos… ¡Y aún quedan cinco etapas de la vuelta!