En las últimas semanas, se han publicado en los medios varias noticias hablando de EuroVelo. Es algo sorprendente porque en realidad se trata de un proyecto paneuropeo en el que se lleva trabajando al menos veinte años. EuroVelo es el sueño de cualquier amante de la bicicleta europeo. Un megaproyecto que pretende fijar una red de itinerarios ciclables que recorran Europa en su totalidad.
El proyecto lo gestiona la Federación Europea de Ciclistas (ECF, por sus siglas en inglés). Fundada en 1983, esta organización es la voz de los ciclistas ante las instituciones europeas y engloba a casi setenta organizaciones de cuarenta países. EuroVelo pretende completar una red de 70.000 kilómetros que atraviesen Europa, bien señalizados, sin pendientes excesivas (máximo 6%) y de ancho válido para que quepan dos ciclistas. Parte de los recorridos ciclistas aprovechan rutas o vías ya existentes en algunos países, pero las rutas reciben aportaciones de los diferentes miembros de la ECF.
Cualquier recorrido propuesto no vale para ser incluido en EuroVelo. Las rutas ciclistas deben cumplir una serie de requisitos como tener una distancia mínima de mil kilómetros, que atraviese al menos dos países europeos y que una dos puntos o una ruta con cierta narrativa histórica. La zona de Centroeuropa –Alemania, Bélgica, Holanda, etc.– es la que cuenta con las rutas mejor condicionadas. En concreto, la ruta 15, que baja por la cuenca del Rin, cuenta con unas magníficas condiciones para pedalear incluso con niños.
Actualmente, se calcula que casi la mitad de esos 70.000 kilómetros están ya operativos. También es cierto que muchos de los tramos propuestos no cuentan con ninguna infraestructura original y no son más que un mero proyecto. Aún así, los responsables de EuroVelo esperan que toda la red esté operativa en 2020.
De momento, dividen los tramos en estos tres tipos
- Los tramos ya completados, de al menos 50 km de longitud.
- Los tramos propuestos que están en vía de materializarse.
- Los tramos planificados únicamente dibujados sobre un mapa.
De las 14 rutas que componen la red, tres pasan por España. Dos de ellas (la 1 y la 3) cruzan la frontera francesa por el este para evitar los Pirineos, mientras que la tercera (8) circula por la costa mediterránea.
